La amargura de un conejero en Tenerife: el trabajo de 30 años, arrasado por una carretera

Marcelo Machín está viendo, entre resignado e indignado, cómo desaparece el fruto del trabajo que comenzó su abuelo hace 30 años en Tenerife. Estos conejeros iniciaron una explotación turística que, entre otras cosas, incluía un retaurante y un paseo en camello por una vereda en unos terrenos de su propiedad. Veinte o veinticinco minutos de vaivén en las sillas de montar que ya son historia. Este lunes las palas mecánicas arrasaron con el lugar de paseo porque ahí va una autopista.

Es el cierre del anillo insular entre El Tanque y Santiago del Teide, obra que ejecuta la Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Canarias "que ni me ha ingresado un euro ni le ha importado qué puede pasar con los puestos de trabajo y la tradición de tantos años"

Marcelo relata que en un principio le ofrecieron 4000 euros por los terrenos que se iban a expropiar para hacer pasar por ahí la carretera. Una cantidad que el hombre no aceptó "porque prefería la fórmula de la permuta. No quería dinero, sino unos terrenos cercanos donde poder seguir ofreciendo el paseo en camello". 

Sin embargo, esos terrenos cercanos, o no estaban disponibles o no al bajo precio que la Consejería estaba dispuesta a pagar "aunque luego pasaron de 4000 a ofrecerme 15000 euros", dice Machín.

Lo cierto es que, sin acuerdo ninguno con la consejería y en aras al "interés general" este lunes aparecieron las máquinas junto a la Guardia Civil para tomar posesión de la tierra por donde los coches echarán a los camellos.

La Guardia Civil estuvo porque Marcelo ya impidió que las palas arrasaran con todo "porque venían sin acuerdo ni ninguna orden judicial". Este lunes no puso ningún impedimento porque "si viene la Guardia Civil con una orden yo ahí no tengo nada que decir, lo cual no significa que esté conforme con lo que está haciendo el Gobierno", subraya.