TURISMO
Ocupación turística, ocho meses consecutivos de caídas
La hoja de ruta es la habitual y pasa por el logro de dos objetivos simultáneos: alargar la estancia media y mejorar la oferta para atraer turistas de mayor poder adquisitivo.
La ocupación turística en Lanzarote volvió a caer en agosto por octavo mes consecutivo. El porcentaje de ocupación por plazas fue del 87%, mientras que en igual mes del año pasado fue del 95,5%. Por otro lado, el porcentaje de ocupación por habitación o apartamento fue del 84,1%, mientras que en agosto del año 2017 fue del 89,7%. No obstante, esta tendencia a la baja era la esperada tras dos años consecutivos de récords de afluencia turística. Asimismo, las caídas en la ocupación son inferiores a la media canaria y estatal, por lo que Lanzarote está resistiendo mejor que otras zonas del país la recuperación de los destinos competidores del Mediterráneo. La ocupación alojativa turística fue del 89,6% en 2016 y del 85,2% en 2017.
Según Exceltur, tanto la caída de llegadas como de pernoctaciones responde al trasvase de viajeros de los tres mayores mercados emisores (Reino Unido, Alemania y Francia) hacia otros destinos más baratos. España se ha beneficiado desde hace varios años de la inseguridad y los atentados terroristas en enclaves competidores de turistas de sol y playa como Egipto, Túnez o Turquía. Por eso, nuestro país ha ganado treinta millones de viajeros entre 2012 y 2017, lo que representa un ritmo de cinco millones al año. Ese crecimiento fue aprovechado por los empresarios hoteleros para recuperar los niveles de precios y rentabilidades perdidos durante la crisis.
Gobierno y empresarios rechazan las visiones catastrofistas sobre la afluencia
Es la primera vez desde 2012 que ha caído la ocupación hotelera en un mes de agosto, según los datos del INE. Pese a los malos datos, Gobierno y empresarios rechazan las visiones catastrofistas sobre la evolución del sector y consideran que lo acontecido en agosto era lo previsible y aluden a la desaceleración y al enfriamiento del sector. Como era de prever, se está produciendo un nuevo cambio de ciclo turístico tras dos años de euforia con turistas prestados de los destinos competidores que vivieron el azote del terrorismo y la inseguridad. El sector está retornando a la normalidad en todo el Estado, aunque a diferentes velocidades.
La Secretaría de Estado de Turismo rechaza las lecturas pesimistas, ya que estas cifras eran esperadas, aunque no sería deseable que continuara esa tendencia. La buena noticia es que el ingreso medio por turista crece. Como siempre, la hoja de ruta pasa por el logro de dos objetivos simultáneos: alargar la estancia media y mejorar la oferta para atraer turistas de mayor poder adquisitivo. El gasto medio diario por viajero en España se sitúa en 137 euros, con fuertes diferencias por mercados emisores. El desembolso de un turista alemán se sitúa en 124 euros, de un británico en 120 y de un francés en 87 euros. Entre los tres suman más de la mitad de las llegadas.