MEDIO AMBIENTE

Rabo de gato, otra planta invasora que apunta a plaga

Hace no demasiado tiempo, en Lanzarote sólo se la localizaba en las inmediaciones de Arrecife, pero últimamente han surgido nuevas colonias.

Rabo de gato, otra planta invasora que apunta a plaga

“El ‘rabo de gato’ está invadiendo la isla y es más peligroso que los incendios”. La afirmación sí que parece incendiaria y ha sido pronunciada el biólogo Arnoldo Santos para referirse a los devastadores efectos del ‘rabo de gato’ en isla de La Palma. Las consecuencias de esta plaga no llegan a tanto en Lanzarote, pero es urgente intervenir para erradicarla antes de que sea demasiado tarde, como ha sucedido con la vinagrera.
 
‘Rabo de gato’ (Pennisetum setaceum) es el nombre común de una gramínea africana introducida en las Islas como planta ornamental en los años setenta del siglo pasado, y que ha acabado por asilvestrarse. Alberga una gran capacidad colonizadora, por lo que se está expandiendo sin control, al punto que, para algunos especialistas, hay zonas en Canarias que ya son irrecuperables. En Lanzarote, hasta no hace demasiado tiempo, sólo se la localizaba en las inmediaciones de Arrecife, pero últimamente han aparecido nuevas colonias en otros puntos de la isla.
El ‘rabo de gato’ es una de las especies exóticas invasoras más dañinas
 
El ‘rabo de gato’ no se encuentra entre las especies exóticas invasoras más dañinas, pero es una gran conquistadora que arrasa con la vegetación autóctona allá donde se establece. Esta planta es capaz de reproducirse por semillas, esquejes y raíces, y es resistente incluso al paso del fuego. Su extensión en el Archipiélago se ha visto favorecida por la urbanización y la progresiva ampliación de la red viaria, que es el principal cauce de expansión de las especies invasoras.
 
Los cabildos insulares han aplicado fondos para erradicar o contener el progreso de esta planta, pero, con el paso del tiempo, se ha constatado que su avance continúa. Posiblemente porque se incumplen las directrices técnicas para el manejo, control y eliminación del Pennisetum setaceum, publicadas por el Gobierno autónomo en 2014. La Orden gubernamental considera el ‘rabo de gato’ “una de las especies exóticas invasoras más dañinas para el entorno natural y seminatural del Archipiélago”.
 
La presencia de especies exóticas invasoras es uno de los principales factores de amenaza y la segunda causa de pérdida de hábitat a escala mundial. Las plantas exóticas invasoras son aquellas que, no siendo autóctonas de un territorio, han sido introducidas por el hombre de manera accidental o voluntaria y se han naturalizado de manera efectiva, de modo que sus poblaciones se reproducen y mantienen por sus propios medios, además de ser capaces de propagarse a cortas y largas distancias.

Ben Magec avisó hace dos años

En el año 2016, la Federación Ecologista Canaria ‘Ben Magec’ - Ecologistas en Acción advirtió del “peligro que corre la biodiversidad de la Isla ante la presencia del ‘rabo de gato’ en distintos lugares de la misma” y la necesidad de tomar medidas para “eliminar esta especie invasora, ahora que es posible, ya que su actual rango geográfico es limitado”.
 
‘Ben Magec’ - Ecologistas en Acción destacó entonces que “la especie invasora está produciendo impactos limitados y en ocasiones inapreciables, ya que se encuentra en un pequeño rango geográfico y mayoritariamente en bordes de carretera”, por lo que indican que “éste es el momento para proceder a su control antes de que los múltiples problemas que produce esta plaga sean irreversibles, pudiendo llegar a afectar a lugares emblemáticos como el Parque Nacional de Timanfaya o los viñedos de La Geria”.
 
La Federación expuso que en algunas islas como La Palma la erradicación de ‘rabo de gato’ “es imposible”, produciendo numerosos problemas entre los que se encuentran la dificultad en la regeneración de especies endémicas o nativas, la dificultad de mantenimiento de los bordes de carreteras, o los profundos cambios de paisaje que se produce tras su expansión.

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