Opinión

Nos pegan para que sepamos por qué

Alberto, afectado por una agresión homófoba
Alberto, afectado por una agresión homófoba
Nos pegan para que sepamos por qué

Hemos visto hace poco como han dado una brutal paliza a dos personas por ser gais, estar tomando tan tranquilamente unas cervezas en una terraza de Costa de Teguise, ya es hasta inseguro para quienes somos homosexuales o escapamos de la hetero-normatividad, da verdadero pánico incluso imaginar esa escena de dos tipos pegando al grito de “Maricones” y que haya un cierto aire de impunidad y de justificación por parte de los agresores.

Basta ya!

Los discursos de la extrema derecha están calando en nuestra sociedad, una sociedad que es abierta, multicultural y plural en sexualidad pero que se está viendo envenenada por esos mismos discursos de odio.

Hoy han sido ellos, pero mañana podría ser yo.

Somos personas, ¡Coño! Tenemos trabajos, tenemos familias, tenemos vida, queremos igualdad y que se nos trate con respeto, sinceramente estoy hasta las narices de escuchar “tolerancia” ¡ni que fuéramos lactosa para que nos toleren!, queremos respeto e igualdad efectiva y seguridad para que actos tan deleznables, que ya hasta nos crean hastío, cesen.

El problema radica en la normalización de los discursos de extrema derecha y sí, los señalo.

No se deben visibilizar, se deben invisibilizar y hacer desaparecer por medio de la educación real en la igualdad, tolerancia efectiva a los derechos humanos e inclusividad total.

No soporto vivir con esa sensación de inseguridad que está invadiendo nuestras vidas por el simple hecho de ser quienes somos.

Antes éramos invisibles y ahora que luchamos somos agredidos al grito de “maricón”.

Menos mal que buscamos igualdad y no rebajarnos al mismo nivel, porque si llegamos a buscar venganza esto se convertiría en la ley de talión y en una sociedad democrática deje imperar la coherencia en libertad y justicia.    

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