ENTREVISTA

'Cuando una persona pierde la esperanza en el futuro, arriesga su vida en el mar'

Hadji Malick Ndiaye, de la Asociación de Inmigrantes de Lanzarote, asegura que es necesario cambiar el discurso que se está difundiendo sobre la inmigración y conocer los motivos por los que cada vez más, especialmente los jóvenes, deciden salir de su país jugándose la vida.

'Cuando una persona pierde la esperanza en el futuro, arriesga su vida en el mar'

Hadji Malick Ndiaye, de la Asociación de Inmigrantes de Lanzarote, habla en una entrevista para Biosfera TV de la trágica situación por la que pasa la inmigración en Canarias. 
 
Malick también formó parte de estos movimientos migratorios. Llegó a Lanzarote en 1995 cruzando la frontera de Marruecos, y aunque afortunadamente su viaje fue bien, asegura que es necesario cambiar el discurso que se está difundiendo sobre la inmigración y conocer los motivos por los que cada vez más, especialmente los jóvenes, deciden salir de su país jugándose la vida.
 
“Si realmente quieres dar solución a un problema, tienes que ir hacia sus raíces. Para saber porqué están quedando muchas vidas en el mar, primero tendríamos que ir a los países emisores. Pero hasta ahora no hemos encontrado la tecla mágica, ni las autoridades de los estos países ni las de los paises receptores. No hemos sido capaces de erradicar esta lacra”
 
"Antes venían adultos, como yo. Ahora son jóvenes y mujeres embarazadas”
 
Ante el discurso de la gente alegando la situación en la que llegan muchos de los migrantes, con móviles o ropa de marca, Malick aclara, “a estas personas, lo que realmente les hace arriesgar su vida en el mar, va más allá de un teléfono o unos zapatos. No quiero meterme con nadie, pero quienes piensan así, deberían ir un poco más allá. La vida es realmente el futuro, y cuando una persona pierde la esperanza en el futuro, arriesga su vida y se va donde realmente piensa que puede encontrar una vida mejor”.
 
Malick también quiso alertar del perfil de inmigrante que ha llegado estos últimos años, desesperado y buscando, insiste, un futuro que no tendrá en su país. “El perfil del migrante ha cambiado. Antes venían adultos, como yo, que ya teníamos un recorrido en nuestra vida. Pero ahora son jóvenes y mujeres embarazadas”.
 
“Cuando estuvimos en tiempos de confinamiento, cuando todos estábamos en nuestras casas, los que estaban en Huelva, en Badalona, Lleida o Almería en los campos eran los inmigrantes. También algunos españoles a los que no quiero quitar mérito. Pero esto va para todos aquellos que fomentan el discurso del odio y del racismo diciendo que vienen a quitarnos el trabajo, cuando en su mayoría vienen dispuestos a trabajar”. 
 
Malick asegura que los inmigrantes, como ciudadanos, también deben ser responsables y saber cuáles son sus deberes antes de reclamar sus derechos, pero desmiente por completo el discurso de la gente alegando que vienen a quitarnos el trabajo. “Para mi no hay ni inmigrantes, ni autóctonos, solo basta con ser ciudadano”. Así concluyó Malick la entrevista, con un guiño a la igualdad y al derecho a la vida. 
 

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