8O | Día de las aves migratorias

El litoral de Arrecife, un enclave privilegiado para las aves marinas

Arrecife
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En Lanzarote existen cinco espacios declarados Zonas de Especial Protección de Aves (ZEPA), entre los que no se encuentra la ribera de la ciudad
El litoral de Arrecife, un enclave privilegiado para las aves marinas

La luz artificial está aumentando en todo el mundo y se sabe que afecta negativamente a muchas especies de aves, como, por ejemplo, a las crías de pardela cuando comienzan a volar. Por tanto, la contaminación lumínica es una amenaza importante para las aves migratorias, ya que provoca desorientación cuando vuelan de noche, induce a colisiones o interfiere en su capacidad para emprender migraciones de larga distancia. Por ese motivo, la contaminación lumínica es el tema central de la campaña del Día Mundial de las Aves Migratorias de 2022, que se conmemora cada 8 de octubre.

94 ESPECIES DE AVES OBSERVADAS EN ARRECIFE

El Día Mundial de las Aves Migratorias es una campaña anual de concienciación que subraya la necesidad de conservar las aves migratorias y sus hábitats. En Lanzarote existen cinco espacios declarados Zonas de Especial Protección de Aves (ZEPA). Son lugares de la Unión Europea que albergan poblaciones de aves que hacen necesaria su conservación y adecuada gestión y que hacen referencia a aves residentes como a especies migratorias. Se trata de los Islotes del norte de Lanzarote y Risco de Famara, Los Ajaches, las Salinas de Janubio, el Parque Nacional de Timanfaya y La Geria.

Sin embargo, hay un valioso espacio para las aves que carece de protección: la marina de Arrecife. Aquí se han observado un total de 94 especies de aves, por lo que la ciudad cuenta con la mejor zona costera de Canarias para la observación de especies migratorias, según los expertos. El litoral de Arrecife está formado por un conjunto de islotes, bajas, grandes charcos, playas y lagunas interiores que constituyen un espacio único en el Archipiélago. Este singular espacio alberga una gran biodiversidad marina, pero también proporciona refugio y alimento a muchas especies de aves.

ESPECIES INVERNANTES O DE PASO

En el último censo realizado en 2010-11 se detectaron treinta y tres especies, de las cuales veintidós eran aves acuáticas costeras. Se trata sobre todo de especies invernantes o de paso en el Archipiélago, excepto el chorlitejo patinegro, que cuenta con ejemplares nidificantes en la zona, además de los procedentes de otros lugares. Sin embargo, ya no se observa el ejemplar de águila pescadora o guincho que, hasta mediados de los años ochenta del siglo XX, se daba una vuelta por el Charco de San Ginés a la hora del té.

Los grupos de aves mejor representados son las limícolas y las gaviotas. Algunas limícolas han llegado a suponer casi el 30 por ciento de las aves contabilizadas, como el chorlitejo grande, el chorlitejo patinegro y el chorlito gris. Todas las aves observadas se distribuyen por el Charco de San Ginés, el Islote del Francés, el Islote de la Fermina, la Baja de Juan Rejón, las inmediaciones del castillo de San Gabriel, el viejo Muelle Comercial o Muelle Grande, la playa del Reducto… Otras especias habituales son la garza real, el correlimos tridáctilo, la garceta común, el andarríos chico, el vuelvepiedras o el zarapito trinador.

AMENAZAS PARA LAS AVES EN ESPACIOS URBANOS

Para estas aves no resulta fácil la convivencia con los seres humanos en los espacios urbanos. La principal amenaza para ellas son las molestias ocasionadas por las personas, sobre todo aquellas con perros sueltos. Pero también los vertidos de basura, la depredación por mamíferos como ratas o gatos, la destrucción y alteración del hábitat y la colisión por deslumbramiento de coches y farolas. Algunas de las especies de aves observadas en el litoral de la ciudad cuentan con protección a escala regional, estatal o internacional. Destaca el chorlitejo patinegro, catalogado como vulnerable en todo el país. Cuentan también con alguna categoría de protección la garceta común, el ostrero euroasiático, el zarapito real, la espátula, el charrán patinegro y el archibebe común.

Entre las medidas de conservación y gestión de las aves que viven o frecuentan la marina de Arrecife se suele citar, en primer lugar, la protección legal del espacio dentro de la Ley canaria de Espacios Naturales. También se propone informar a la población ubicando paneles divulgativos en el litoral y la creación de zonas de exclusión para aves, especialmente para aquellas que presenten zonas de nidificación. El control de acceso de visitantes e intensificar la vigilancia también sería recomendable. No hay que perder de vista las campañas de control de poblaciones de mamíferos introducidos y las de conservación y concienciación, y no sólo dirigidas hacia la población escolar.

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