CÉSAR MANRIQUE. 100 AÑOS DE VIDA

César Manrique fue homenajeado en Madrid por el Instituto Cervantes

Coincidiendo con el Día Mundial Del Medio Ambiente el Instituto Cervantes y la Fundación César Manrique organizaron un acto en recuerdo al artista de la institución cultural.

César Manrique fue homenajeado en Madrid por el Instituto Cervantes

El 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, el Instituto Cervantes llevó a cabo en su sede central, Madrid, un acto de homenaje a César Manrique, destacando su vertiente activista y ambientalista, de artista comprometido con la defensa del territorio, el paisaje y la naturaleza.

El acto, organizado conjuntamente por el Instituto Cervantes y la Fundación César Manrique, comenzó con la proyección de la película “Taro: El eco de Manrique”, del cineasta Miguel G. Morales. Continuó con una mesa redonda en la que participó el propio Morales, el director de la Fundación César Manrique, Fernando Gómez Aguilera, el naturalista Joaquín Araújo y el urbanista Fernando Prats. Además, Martín López-Vega, director de cultura del Instituto Cervantes señaló: “Pocos como César Manrique nos enseñan que la convivencia con la naturaleza es un valor supremo”.

El periodista Saúl García, quien moderó la mesa, planteó la pertinencia de mirar hacia el arte para buscar respuestas ante el reto del cambio climático y la ausencia de liderazgo mundial. Miguel G. Morales añadió que César “mostró un atisbo de utopía” y que su mensaje llega porque conecta “con nuestras pulsiones más primarias”.

A César “la inmensa mayoría de la sociedad lo entendía, lo comprendía y lo apoyaba”

Araújo expuso que “el pensamiento ecológico es el más arriesgado” porque supone enfrentarse a los intereses que pretenden “devorar el paisaje”. Por su parte, Fernando Prats, redactor del Plan Insular de Ordenación de Lanzarote de 1991, señaló que “César Manrique aún está por descubrir” y que hay textos suyos que tienen hoy vigencia absoluta. Contó su experiencia con el PIO de Lanzarote y aseguró que intentó llevar a la práctica el discurso de César y que fue posible porque “la inmensa mayoría de la sociedad lo entendía, lo comprendía y lo apoyaba”. Indicó que el PIO dio valor a la relación entre la ética y la estética y aseguró que, con el paso de los años, casi todos los colaboradores de su equipo en la Isla fueron represaliados. Prats afirmó también que el arte y la cultura son imprescindibles como motor del cambio, para “ver futuros increíbles”.

Por su parte, Gómez Aguilera agradeció al instituto Cervantes que incorpore al patrimonio de la lengua una parcela de conocimiento tan decisiva en la actualidad como la naturaleza. Mucho más que un artista, “reclamó una función social para el arte, aplicada de forma muy singular a transformar el territorio y forjar un modelo de economía que cambiaría radicalmente la vida de toda una comunidad”, un proyecto que compartió con la Administración pública, formando “una célula prodigiosa” con José Ramírez Cerdá, creadores de un patrimonio cultural moderno para Lanzarote tan relevante y original como el preexistente natural.

El moderador planteó si estamos asistiendo, como afirmó Saramago, a la segunda muerte de César Manrique o a una resurrección del mismo. Para Araújo, el momento actual “es excelente para conocer la figura de César” porque su trayectoria puede ser “el gran antídoto del diagnóstico de salud del planeta, que es pésimo”. Por su parte, Prats coincidió en la importancia del trabajo de la Fundación. “César no ha muerto, tiene herederos, y si no vamos hacia la catástrofe, ese renacimiento lo elevará al mundo que le corresponde como una persona capaz de dar salidas positivas”.

Finalmente, Gómez Aguilera añade la necesidad de volver los ojos hacia los referentes culturales. Desde esa perspectiva, concluyó, “César tiene mucho que ofrecernos, hacen falta referencias y liderazgos fuertes, críticos y pasionales como el suyo”. “Acumulamos cada vez más conocimiento, pero perdemos pasión y sin pasión el conocimiento es menos pujante”, indicó el director de la FCM.

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