REFORMA DEL ESTATUTO DE AUTONOMÍA
Octava isla y aguas canarias, dos novedades del Estatuto

La Graciosa ha sido reconocida como la octava isla canaria habitada tras la reforma del Estatuto de Autonomía de Canarias.
Por unanimidad, se dio un paso decisivo para hacer realidad un viejo anhelo: La Graciosa ha sido reconocida como la octava isla canaria habitada tras la reforma del Estatuto de Autonomía de Canarias. Esta novedad establece que el ámbito espacial de la Comunidad Autónoma comprende el archipiélago canario, integrado por el mar y las siete islas con administración propia de El Hierro, Fuerteventura, Gran Canaria, La Gomera, Lanzarote, La Palma y Tenerife, así como por la isla de La Graciosa y por los islotes de Alegranza, Lobos, Montaña Clara, Roque del Este y Roque del Oeste.
La Graciosa tiene unos 750 habitantes, su puerto mueve más de quinientos mil pasajeros anuales y posee la condición de espacio natural protegido. Está agregada administrativamente a Lanzarote, forma parte del municipio de Teguise y aspira a desarrollar una Alcaldía Pedánea para ofrecer mejores servicios públicos a su vecindad. Se extiende por unos 29 kilómetros cuadrados de superficie y cuenta con dos núcleos de población: Caleta del Sebo y las casas de Pedro Barba.
Existe de todo en la isla menos poblada de las ocho habitadas de Canarias
Marciano Acuña, diputado regional de Coalición Canaria (CC), señala que “La Graciosa pasa a ser una isla más, y lo otorga derechos y encaje en el nuevo marco estatutario. Lo más importante es que la población es reconocida como ciudadanos con los mismos derechos que los demás canarios, ya que hasta ahora eran reconocidos como ciudadanos de Lanzarote”.
En su origen, Caleta del Sebo fue un asentamiento de pescadores, pero la población actual, en su mayoría, se dedica al turismo y a las actividades que lo acompañan, como el comercio y la hostelería. Caleta del Sebo cuenta con varios restaurantes, bares, tienda de panadería y bollería, supermercados, carnicería, frutería, botiquín, discoteca y hasta una ferretería con útiles para la pesca. Existe de todo en la isla menos poblada de las ocho habitadas que hay en Canarias.
El diputado regional el Partido Socialista (PSOE), Marcos Hernández: “Es una vieja reivindicación de La Graciosa, ya que es una isla poblada, cuenta con actividad económica y empresarial, dispone de grandes recursos de naturaleza y necesitaba que esas singularidades quedaran recogidas en el Estatuto, que ahora se pone al día con esta realidad”.
Desde hace décadas, el turismo es una importante actividad en la isla, complementando la pesca. No se sabe con exactitud el número de plazas turísticas que operan en La Graciosa, pero se estima que hay más de 200 apartamentos disponibles, por lo que la capacidad alojativa supera las mil personas, a las que habría que sumar las 500 plazas de la zona de acampada a pleno rendimiento. Por todo ello, se considera que sus apartamentos, casas vacacionales y hostales alojan a unos 30.000 turistas al año.
El Archipiélago contiene la superficie terrestre y el mar que lo rodea
Astrid Pérez, diputada regional del Partido Popular (PP), valora que se haya conseguido este hito con el consenso de todos”. Hace años que se promovió su reconocimiento como la octava isla habitada y sus promotores sólo buscaban constituir una pedanía que cuente con un presupuesto propio para gestionar directamente algunos servicios públicos. Una pedanía es un núcleo de población pequeño y con pocos habitantes. Depende de un municipio, está bajo la jurisdicción de un alcalde y puede gozar de cierto grado de autonomía.
Para María del Río, diputada regional por Podemos, “era sorprendente que siendo una isla habitada, el Estatuto de Autonomía no la reconociese como tal, y esta medida permitirá ser autosuficientes en medio de esta enorme riqueza natural”. El Archipiélago canario está constituido por trece islas y siete de ellas seguirán contando con administración propia en forma de cabildos, pero formalmente ya son ocho las islas habitadas.
Gladys Acuña, diputada regional de Nueva Canarias (NC), subraya que “al no estar reconocida como octava isla habitada impedía que el 75% de cuento de residente canario fuese abonado por el Estado, como sucede en las demás islas, sino que el coste era asumido por la Comunidad Autónoma, una situación que ahora se corrige”. En relación con las aguas canarias, y al igual que los demás diputados por Lanzarote, Acuña valora que el Archipiélago canario no sólo contiene la superficie terrestre, ya que también forma parte de él el mar que lo rodea, lo que traerá mayores competencias sobre la gestión de las aguas territoriales.
Aguas canarias, el mar brilla azul
El Artículo 4 del nuevo Estatuto de Autonomía señala que el ámbito espacial de la Comunidad Autónoma comprende el archipiélago canario, y que lo integrado el mar y las siete islas. Las aguas canarias quedan delimitadas por las que queden integradas dentro del contorno situado entre los puntos extremos más salientes de las islas e islotes.
Ahora nos encontramos con aguas internacionales, estatales y canarias. El Estado, en el ejercicio de sus competencias, tendrá en cuenta las singularidades derivadas del carácter archipielágico y promoverá la participación de la Comunidad Autónoma en las actuaciones de competencia estatal en dichas aguas.