SOLSTICIO DE VERANO

San Juan, fuego purificador y ritos ancestrales para espantar la pandemia

Con hogueras, piñas y agua de mar, los ritos sanjuaneros señalan la llegada del verano, pero este año muchos fuegos se han prendido para alejar el coronavirus. 

San Juan, fuego purificador y ritos ancestrales para espantar la pandemia

Este año, la festividad de San Juan se conmemora en buena medida alrededor del fuego purificador y los ritos ancestrales para espantar la pandemia. El Ayuntamiento de Arrecife permitió las tradicionales hogueras de San Juan que se celebran durante cada noche del 23 de junio, aunque, dadas las normas que hay que cumplir debido a la crisis sanitaria, hubo que observar una serie de recomendaciones alrededor de los fuegos. El más importante es que la vecindad debía solicitar un permiso al Consistorio especificando la ubicación de la hoguera.
La principal liturgia del solsticio consiste en encender una hoguera por sus efectos purificadores
 
La importancia de la festividad de San Juan en Lanzarote era tal que hasta hace unas décadas era un día festivo. Sin embargo, los cambios culturales y sociales han ido relegado a San Juan frente a otras celebraciones que han cobrado mayor protagonismo. La noche previa sigue conservando un gran predicamento entre los feligreses de la diversión y los ritos anticlericales.
 
Antes de la irrupción del turismo, cuando la lanzaroteña era en esencia una sociedad agraria y pesquera, el 24 de junio era la fecha límite establecida para la finalización de las labores en el campo. Como se venía haciendo desde tiempos inmemoriales en todos los rincones del mundo, la isla festejaba el fin de la cosecha. En muchos lugares, estas celebraciones están conectadas con las manifestaciones de la antigüedad ligadas al solsticio de verano, bien con influencias precristianas o directamente relacionadas a los ciclos de la naturaleza. 
 
El solsticio es la época en que el sol se encuentra en uno de los dos trópicos, lo cual sucede dos veces al año: en junio, para el de Cáncer, el solsticio de verano marca el día más largo del año, y en diciembre, para el de Capricornio, el de invierno señala el día más corto. La principal liturgia del solsticio consiste en encender una hoguera por sus efectos purificadores.
Las grandes hogueras suelen coronarse con un muñeco elaborado con trapos y retales
 
Los tiempos cambian y con ellos los rituales. San Juan se asocia hoy a la noche de las  grandes hogueras. Desde hace años, en días y hasta semanas anteriores a la noche del 23, la chiquillería se ocupa de recolectar trozos de desecho y enseres viejos de madera con el fin de confeccionar grandes piras en el descampado más próximo. A veces ayudados por sus mayores, las van apilando con la idea de prenderles fuego en la noche previa a San Juan. 
 
Las grandes hogueras suelen coronarse con un muñeco elaborado con trapos y retales. Este machango, realizado con poco esmero, data de los años sesenta del siglo pasado fruto de una ocurrencia de unos jóvenes harianos. En Haría lo conocen por 'El Facundo' y este año ha sido indultado. La imaginación norteña creó, asimismo, la danza del fuego, en los años noventa, en la que unos seres semejantes a diablillos hacen de la suyas en la noche de San Juan.  
 
A una distancia prudencial, grupos de amigos y familias preparan asaderos en los que nunca faltan las piñas asadas sobre las brasas, y que son enfriadas en un balde con agua de mar o, en su ausencia, con agua muy salada. Al día siguiente, o esa misma noche, es preceptivo ir a la playa para darse el primer baño del verano. A veces, el antiguo rito purificador del solsticio consiste hoy en saltar por encima de una hoguera y pedir un deseo.

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