17A | DÍA DEL PEATÓN

Arrecife tiene dos tipos de ciudadanos: peatones y conductores de coches

Foto: Archivo
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Pierde fuelle la oposición a la peatonalización, a la progresiva conquista de espacios al tráfico en beneficio de los peatones y de medios de transporte como la bicicleta

Arrecife tiene dos tipos de ciudadanos: peatones y conductores de coches

Por razones históricas, los conductores de automóviles se creen con el derecho exclusivo a utilizar la ciudad a su antojo. Por eso, los anuncios de colapso y ruina comercial suelen aparecer cada vez un alcalde o alcaldesa intenta poner coto al espacio destinado al automóvil, que durante décadas se ha adueñado de la mayor parte del territorio urbano disponible en las ciudades. También en Arrecife, en donde pueden citarse dos ejemplos.

El centro de Arrecife estaba abocado a la ruina, proclamaban los agoreros en torno a los años ochenta del siglo pasado, cuando se decidió cerrar al tráfico la Calle Real. Vaticinaban un cataclismo para el comercio y la destrucción del tejido empresarial y residencial, pero el tiempo demostró que estaban muy equivocados. Los opositores eran unos comerciantes que, por alguna razón, siguen sin ser capaces de apreciar las ventajas de un peatón que pasea, mira los escaparates y compra frente al que se mueve dentro de un coche. 

Reapertura de la Avenida Marítima, la bandera del PP

Otro ejemplo, más reciente, es el cierre y posterior reapertura de la Avenida Marítima de Arrecife al tráfico particular, una reapertura al paso de los vehículos particulares que el Partido Popular (PP) ha convertido en bandera de su concepción de la ciudad. Frente a estas situaciones, cada 17 de agosto se celebra el Día Mundial del Peatón con el objetivo de difundir la cultura vial del peatón, promover los espacios adecuados para esta forma de moverse en las ciudades y recordar las obligaciones que implica la movilidad a pie.

Estas decisiones son a menudo controvertidas, ya que para unos supone la ruina del comercio, mientras que para otros es una necesidad imperiosa

Peatonalizar calles es una de las medidas estrella que adopta toda ciudad que se precie y que apueste por la calidad de vida de su población. Sin embargo, estas decisiones son a menudo controvertidas, ya que para unos supone la ruina del comercio instalado en ellas, mientras que para otros es una necesidad imperiosa y una tendencia irrefrenable. En general, estas dos visiones se corresponden con las posiciones ideológicas de derechas y de izquierdas.

Antonio Porlier y Sopranis y Hermanos Zerolo

Uno de los casos más esperpénticos contra la peatonalización en nuestro país se produjo en 1983, en Madrid. El entonces portavoz de Alianza Popular (antiguo PP) en el Ayuntamiento, se oponía firmemente a desterrar el tráfico en el parque de El Retiro y pedía que su paseo principal sirviera para acceder al parque en coche, “pues precisamente ese acceso posibilita el uso de El Retiro”. Lo atravesaban 11.000 vehículos al día y se usaba como aparcamiento. Casi 40 años después, por este parque sólo circulan los vehículos de seguridad y los proveedores de servicios a determinadas horas.

A pesar de las resistencias, la tendencia a peatonalizar gana adeptos. En fechas recientes concluyeron las obras de cambio de fisonomía de dos céntricas calles de Arrecife, Antonio Porlier y Sopranis y Hermanos Zerolo. Su apariencia es ahora peatonal y no se han escuchado quejas de los dueños de los establecimientos comerciales situados en ambas calles reclamando su reapertura al tráfico; al contrario. Por tanto, pierde fuelle la oposición a la peatonalización, a la progresiva conquista de espacios al tráfico en beneficio de los peatones y los árboles, y de aquellos medios de transporte menos contaminantes, como la bicicleta.

Más protagonismo al peatón
El Plan de Movilidad Sostenible Urbana de Arrecife (PMUSA) considera que los desplazamientos peatonales de corta distancia “no disponen de la suficiente calidad, con aceras en mal estado que se encuentran sin mantenimiento, que impiden la movilidad peatonal entre los barrios para todo tipo de personas, no solamente las de movilidad reducida”. Frente a esta situación, el Plan reivindica que la movilidad peatonal “debe ser el modo predominante de desplazamiento para trayectos cortos, para lo que las infraestructuras deben facilitarla de forma cómoda”.
El PMUSA propone otorgar protagonismo al peatón mediante una red principal de itinerarios peatonales con una estructura reticular, radial y transversal que conectará todos los barrios entre sí. Propone cuatro ejes principales que enlazarán los diferentes barrios entre sí con la Rambla Medular hasta los intercambiadores o la Estación de Guaguas. También propone tres anillos que permitirán la interconexión entre los ejes principales de forma transversal. Por último, ya se dispone del paseo costero que vincula las urbanizaciones de El Cable y La Concha con la Avenida Marítima. 
Como primera medida, el PMUSA sugiere mejorar el entorno mediante la dotación de iluminación homogénea a toda la ciudad para crear una mayor percepción de seguridad, y la reubicación de todos los contenedores. A continuación, se propone introducir vegetación (“como cifra orientativa, que debe adaptarse a cada caso, un espécimen cada 15 metros”), rebajar los bordillos para los pasos de peatones, la semaforización de las intersecciones de las calles principales con mayor duración de la fase verde para los peatones, y ampliar los anchos de las aceras “a estándares razonables”. A largo plazo se dotará a los peatones del ancho mínimo exigible de 1,80 metros

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