SEMBLANZA

Dr. Alfonso Spínola, el apóstol de la medicina

Demócrata, republicano y masón, niega su apoyo político a Fernando de León y Castillo, por lo que le hacen la vida imposible y se ve forzado a emigrar a Uruguay.

Dr. Alfonso Spínola, el apóstol de la medicina

Tal día como hoy, un 20 julio, falleció en Uruguay uno de los grandes hijos que ha dado la Villa: el Dr. Alfonso Spínola Vega (1845-1905). Médico, profesor, músico y humanista, estudió el bachillerato en Las Palmas de Gran Canaria y se doctoró en Medicina en Cádiz. Regresa a su Teguise natal y abre su consulta en la casa en la que había nacido y vivido durante sus primeros años. Alfonso Manuel Tomás de los Dolores Spínola Vega es uno de los fundadores de la logia masónica Atlántida
 
¿Qué condujo al Dr. Alfonso Spínola Vega a emigrar a Uruguay?
Según Mª Luz Fika Hernando Profesora Titular de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, ejerció su profesión en la Villa ocho años, “durante los cuales atendió con el mayor celo e interés a cuantas personas requirieron sus servicios médicos, sin mirar las distancias ni la hora en que se presentaban, recurriendo al dromedario como vehículo de transporte cuando los caminos eran largos”. Ejerció de médico titular, “prodigando a manos llenas la caridad, dejando monedas debajo de las almohadas de los enfermos o regalándoles animales para su sustento”.
 
En Teguise lo tenía todo. Entonces, ¿qué condujo al Dr. Alfonso Spínola Vega a Uruguay? Alfonso le negó su apoyo a Fernando León y Castillo cuanto este aspiró a obtener un acta de diputado a Cortes y las consecuencias fueron terribles, puesto que se vio obligado a emigrar. Fika Hernando ha escrito que “nuestro médico fue un demócrata ferviente y justo, siendo muy posible que en esta manera de pensar encontremos la razón de su exilio en la República Oriental del Uruguay, como opositor al régimen de la restauración borbónica, tras la caída de la Primera República Española”.
 
Demócrata y republicano, sufrió persecución y se vio obligado a emigrar
“El enemigo visible era Fernando de León y Castillo, aspirante a la Diputación a Cortes e influyente ministro de Ultramar de Alfonso XII, y antiguo compañero de clases en el colegio de Las Palmas de Gran Canaria, quien le solicita que interponga su ascendiente de médico entre las gentes que atiende para salir diputado a cortes por la circunscripción”, relata la profesora. Spínola se niega y comienzan a ponerle obstáculos en el camino. Al parecer, “tomó esta decisión por sus ideas republicanas y sufrió persecuciones”, por lo que resolvió dejar su isla y buscar nuevos horizontes. En junio de 1878, con 32 años de edad, llega Alfonso Spínola a Uruguay con su mujer y sus tres hijos.
 
Durante su estancia en Uruguay, desarrolla una labor en el campo de la salud pública que excede en muchísimo su compromiso de médico y el mismo Juramento Hipocrático. Abrió su casa y su vida a los menesterosos, prodigó de nuevo la caridad a manas llenas, vivió en la precariedad porque antepuso la salud al cobro de sus honorarios y se erigió en un auténtico apóstol de la medicina, algo por lo que aún se le recuerda en su país de acogida. 
 
En la Villa, da su nombre al CEIP y un busto le recuerda: "Gloria de  Canarias de la humanidad". La placa no recoge, sin embargo, que fue víctima del cruel caciquismo y de la persecución política de la época, y que alguno, todavía hoy, se afana en mantener vivo porque no entiende la vida sin la dominación del cacique. No entiende la vida si no es bajo su caprichoso dominio.

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