La poca preocupación institucional por los relojes públicos amenaza el oficio de relojero artesano

La falta de mantenimiento de los relojes públicos de Canarias, así como su falta de catalogación o declaración como Bien de Interés Cultural, está provocando este hecho ya que “están desapareciendo de los campanarios y están siendo sustituidos por simuladores eléctricos y, en consecuencia, no se están poniendo en valor como patrimonio histórico”.
La Asociación en Defensa de los Relojes Públicos de Canarias ha puesto sobre la mesa un debate poco presente en las agendas políticas: la posible desaparición del oficio, así como de la falta de mantenimiento de los relojes públicos del Archipiélago.
El presidente y la secretaria de la Asociación en Defensa de los Relojes Públicos de Canarias (ADRECOS-Canarias), Daniel Mato y María Teresa Olavarría, respectivamente, lo hn puesto en conocimiento del Diputado del Común, Rafael Yanes, y le han expuesto "la difícil" situación en la que se encuentra el sector.
Una nota del Diputado del Común pone de manifiesto que los representantes de este oficio le advirtieron sobre la posible desaparición de la figura del relojero artesano “si la Administración Pública no actúa a tiempo para evitarlo”.
ADRECOS-Canarias, que es la única asociación en defensa de los relojes públicos que existe en el Archipiélago, denunció, según la nota del Diputado del Común, que esta profesión no está reconocida por los oficios artesanos de Canarias, “ni mucho menos avalado por el Ministerio de Educación para su homologación como Formación Profesional”, aseguró su presidente.
Asimismo, Mato denunció la falta de mantenimiento de los relojes públicos de Canarias, así como su falta de catalogación o declaración como Bien de Interés Cultural, “por lo que están desapareciendo de los campanarios y están siendo sustituidos por simuladores eléctricos y, en consecuencia, no se están poniendo en valor como patrimonio histórico”.
En este sentido, la Asociación afirmó haber contactado con la Administración Pública para trasladar estos problemas y buscar su colaboración al respecto, pero, sin embargo, no obtienen respuestas ni actuaciones que ayuden a la causa.
Por este motivo, solicitaron al Diputado del Común su mediación para contactar con las administraciones y defender el oficio, así como para la puesta en marcha de la catalogación de esta profesión para “nuestra supervivencia y futura promoción con el fin de poder conservar uno de los oficios más antiguos y respetables del mundo”, tal y como afirmó Mato.
Yanes destacó que la Diputación del Común atiende a toda la ciudadanía que quiera plantear un conflicto, en este caso, “la posible desaparición de una profesión como esta” y aseguró que estudiará esta petición para buscar soluciones "y proteger un oficio tan relevante para el patrimonio histórico de Canarias como es el de relojero artesano”.
En esta línea, “me dirigiré a la Administración para pedir que se estudie la posibilidad de realizar un inventario de los relojes públicos, se busque una línea de apoyo para su restauración y se asegure el mantenimiento”.
Ponencia sobre relojes públicos en Lanzarote
Con fecha 4, 5 y 6 de septiembre de 2014 se celebró en el Cabildo de Lanzarote el XVII Simposio sobre Centros Históricos y Patrimonio Cultural de Canarias, organizado por el Centro Internacional para la Conservación (CICOP). En la ponencia Relojes Públicos de Lanzarote, impartida por Luís Ramírez Castro y Daniel Mato Jara, ya se plasmó la necesidad de incidir en el mantenimiento y la conservación de los relojes, lo cual llevaría aparejado un mayor reconocimiento del relojero artesano.
Se cumplían por aquellas fechas el centenario de la iglesia de la Encarnación, en Haría, y surgió entonces la necesidad de poner en funcionamiento el reloj de la torre. Cinco años después, en 2019, los bomberos tuvieron que intervenir tras que un temporal rompiera los cristales y los lanzara sobre la plaza. Mucho por hacer.