ARTE EN MOVIMIENTO

La larga convalecencia de tres juguetes del viento

Hasta la aparición de los Juguetes del Viento, en la isla sólo la palmera giraba por el simple gusto de girar, como recogió Agustín Espinosa.

La larga convalecencia de tres juguetes del viento

Hasta la aparición de los Juguetes del Viento, en la isla sólo la palmera giraba por el simple gusto de girar, como recogió Agustín Espinosa (“Eres —hoy— la única hélice, el único tiovivo y la única ruleta que gira solamente por girar”). A la palmera le salió un duro competidor en tiempos recientes, las esculturas móviles diseñadas por César Manrique, aunque su movimiento no es eterno y precisa de una puesta a punto cada tanto.

Hace nueve meses que el Juguete del Viento del Aeropuerto debió regresar a su emplazamiento, situado en la rotonda de acceso a la Terminal 2 dentro del recinto aeroportuario. Lo mismo debió suceder con otro Juguete del Viento, de nombre ‘Fobos’, ubicado en la rotonda de acceso a la sede de la Fundación César Manrique (FCM) en Taro de Tahíche. El de Arrieta va por el mismo camino, pero el retraso tiene una explicación: la convalecencia de las esculturas está siendo más larga de lo esperado.
 
La reposición de los Juguetes del Viento a sus emplazamientos originales deberá esperar más de lo previsto. Los trabajos de restauración se han retrasado debido a lo complejo del proceso y porque, al final, se modificó el orden de prioridades: primero se restaurará la de Arrieta, luego la de la rotonda de acceso a la FCM y para el final se deja la del Aeropuerto.
 
Su lógica se desentraña en la Sala Bocetos ubicada en la sede de la FCM
 
La restauración de las piezas obedece a un acuerdo suscrito entre el Cabildo de Lanzarote, los Centros de Arte, Cultura y Turismo y la Fundación César Manrique, y estaba previsto que, una vez restauradas, fueran instaladas en sus emplazamientos originales antes del 30 de abril de 2017.  No obstante, recobrarán todo su esplendor a lo lago del año en curso para hacerse visibles en 2019, cuando se conmemorará el centenario del nacimiento del artista. La FCM supervisa las tareas de retirada, medición, reproducción y restauración e instalación de los móviles.
 
Los Juguetes del Viento son esculturas móviles que dialogan con la naturaleza a través del viento, una constante en la isla, y con el arte, que es el instrumento a través del cual César intervino en la realidad. Hay varios en la isla, pero su lógica se desentraña en la Sala Bocetos ubicada en la sede de la FCM. Aquí, en el antiguo dormitorio del artista, se ofrece una idea del carácter polifacético de Manrique a la hora de abordar la creación artística, y se exhiben dibujos, piezas de cerámica, logotipos, bocetos de murales y esculturas…
 
Las obras de restauración se acometen en el Parque Móvil del Cabildo
 
En este espacio se exhiben algunos bosquejos de la serie Juguetes del Viento, algunos realizados y otros no. Manrique los aborda como elementos escultóricos en movimiento que incorporan el viento, un elemento muy presente en la naturaleza de la isla. Las formas y los colores remiten a la cultura pop, que le acompañaría a lo largo de su vida tras su estancia en la ciudad de Nueva York.
 
A mediados de 2016 se retiró la primera de las tres piezas, y será la última en ser restaurada. El móvil, ubicado en el recinto aeroportuario, junto a la Terminal 1, es una escultura que homenajea a José Ramírez Cerdá, quien fuera presidente del Cabildo entre los años 1960 y 1974 y bajo cuyo mandato se diseñó la red de Centros Turísticos, permitiendo que el artista pudiera ejecutar gran parte de su obra espacial en la isla. Forjada en acero inoxidable, mide alrededor de quince metros de altura.
Las obras de restauración se acometen en el Parque Móvil del Cabildo, en el área de Vías y Obras.

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