Poco asiento y cobijo discutible

Comenzaron a instalarse las nuevas marquesinas en Arrecife, a razón de  una marquesina por barrio y dos en la avenida marítima, que tampoco se trata de lanzar las campanas al vuelo. Las nuevas marquesinas obedecen a diseño de María José Hernández y Jorge Cordero, ganadores del concurso de ideas convocado a tal efecto. El diseño, llamado 'Sorondongo’, fue seleccionado según criterios de funcionalidad, accesibilidad, adaptación al medio, condiciones estéticas y meteorológicas. La presencia de las paradas se señalizará en el pavimento mediante la colocación de una franja de detección tacto-visual de acanaladura. Además la información correspondiente a la identificación, denominación y esquema de recorrido de las líneas contará con transcripción al sistema Braille.

 

Se supone que las nuevas marquesinas embellecerán el espacio urbano, o ese espera el Ayuntamiento, con un diseño totalmente renovado, además de incorporar placas fotovoltaicas en las cubiertas de las marquesinas, con el fin de dotarlas de iluminación nocturna alimentada por energías limpias. Pero, al final, lo que se aprecia es poco espacio de asiento, están abiertas al norte, al viento y al frío, cuando se instalan transversalmente y no parecen ofrecer lo más preciado cuando un usuario la busca para esperar la guagua: sombra. Eso sí, resistentes sí parecen por aquello del vandalismo.

 

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