La población de Lanzarote está envejeciendo y el proceso parece imparable
La edad media de la población ha aumentado en 5,5 años en sólo dos décadas y más de uno de cada diez residentes ya tiene 65 años o más
Lanzarote está atravesando su propio invierno demográfico’, ya que la población está envejeciendo y el proceso parece imparable. La edad media de los residentes en la isla era de 33,2 años con el nuevo siglo y a finales de 2021 ascendió a 39,9 años, ligeramente inferior a la media de Canarias, que era de 43,2. El envejecimiento de la población parece irreversible salvo que se vuelva a fortalecer la inmigración para compensar el declive demográfico.
La edad media de la población ha aumentado en 6,7 años en sólo dos décadas y ya son unas 20.000 personas las que tienen 65 años o más. Dicho de otro modo, más de uno de cada diez residentes tiene 65 años o más. Por municipios, Yaiza arroja la edad media inferior, de 38,3 años, mientras que, en el polo opuesto, Haría es el más envejecido, con una media de 45,2 años.
ÍNDICE DE DEPENDENCIA ES DEL 36,9%
Otro dato relevante que ofrece la estructura de la población en la isla es el llamado índice de dependencia. Se refiere al porcentaje de población de 0 a 14 años y de 65 y más años sobre la población de 15 a 64 años, en edad de trabajar o la productiva, y que es del 36,9 por ciento. Sólo seis de cada diez residentes estarían en condiciones teóricas de formar parte del mercado de trabajo, manteniendo con su esfuerzo las pensiones, el sistema de salud pública o el sistema educativo.
A principios del siglo XXI, había en Lanzarote poco más de siete mil personas mayores de 65 años o más, cifra que en la actualidad se ha multiplicado por tres. Esto quiere decir que la proporción de personas en edad laboral está reduciéndose, mientras que el número relativo de personas jubiladas está aumentando. Lo mismo pasa en la Unión Europea. Esto implicará un aumento de la carga sobre las personas en edad laboral a fin de hacer frente al gasto social exigido por el envejecimiento de la población, incluyendo el sistema de pensiones.
LA EDAD, UN FACTOR DETERMINANTE DEL VOTO
La edad media en el conjunto del Estado también va en aumento. Este fenómeno se conoce como ‘invierno demográfico’. Los mayores de 65 ya suponen la quinta parte de la población total y uno de cada cuatro electores, lo que se debe al descenso continuado de las tasas de natalidad y el aumento de la esperanza de vida. El cierre de fronteras y las actitudes de rechazo a la inmigración chocan frontalmente con la necesidad que tiene la Unión Europea de garantizar la calidad de vida a una población mucho más envejecida: los inmigrantes son hoy quienes sostienen la natalidad en términos relativos.
El proceso de envejecimiento en Lanzarote y en Europa no ha hecho más que empezar y tendrá enormes consecuencias en el futuro desde el punto de vista económico, social o cultural. También desde la óptica política, ya que la edad es uno de los factores determinantes del voto y de la participación política. Casi la cuarta parte de los votantes tiene más de 65 años, lo que muestra con claridad la influencia que este segmento tiene sobre los mensajes y las propuestas políticas.
