La música de cuatro bandas de Lanzarote engalanan los 25 años de la agrupación de Yaiza
Varias generaciones de músicos agrupados en las bandas municipales de San Bartolomé, Tinajo, Teguise y Yaiza se unieron el pasado sábado en Playa Blanca para celebrar los 25 años de trayectoria de la Banda de Yaiza.
Las bandas regalaron al público reunido en la Plaza del Carmen un concierto versátil en géneros musicales con un emotivo homenaje al maestro Ricardo Viñas Salcedo, director fundador de la Banda de Yaiza, quien, tras jubilarse en 2015, se mantiene activo tocando clarinete y trombón en la agrupación sureña que actualmente dirigen Giovanni Noda Niz y Juan Kenty Mauri Cabrera.
Cultivo de la enseñanza musical
Desde el pequeño Alen Silva, que con solo 11 años es uno de los trompetistas de Yaiza, y ya lleva 5 tocando el instrumento, hasta músicos curtidos como el propio maestro Viñas, fusionaron talento para interpretar piezas solemnes, festivas y vibrantes muy reconocibles del cancionero popular. Entre ellas el bolero ‘Quizás, quizás, quizás’, una exaltación del amor que interpretaron de pie las cuatro bandas juntas como colofón al recital de aniversario.
“La Banda de Yaiza y las distintas agrupaciones locales ayudan a preservar tradiciones musicales de nuestra comunidad, cultivan la enseñanza de la música y son protagonistas de festivales, procesiones y efemérides solemnes que refuerzan nuestra identidad como el Día de Canarias”, sostiene el concejal de Cultura de Yaiza, Daniel Medina.
Anécdotas en 25 años
Medina entregó el reconocimiento al maestro Ricardo Viñas y a los cuatro directores de las bandas que engalanaron la noche: Juan Kenty Mauri, San Bartolomé; Orlando Morales, Tinajo; Ayoze Rodríguez, Teguise; y Giovanni Noda, Yaiza, todos alumnos desde muy jóvenes del maestro Viñas, oriundo de Camagüey (Cuba), quien también profesa a los cuatro una gran admiración y gratitud.
Anécdotas y experiencias en 25 años hay muchas, pero el maestro Viñas recuerda con especial cariño cuando la Banda de Yaiza, ya consolidada y con cerca de 40 músicos, “una banda que no sonaba, sino que tronaba”, rememora emocionado, acompañó a Manolo Escobar en una actuación celebrada a mediados de 2000 en Arrecife: “Había quien no quería, pero asumimos el reto y nos preparamos durante tres meses y el cantante y el público quedaron muy satisfechos”.
