El primer Instituto de Secundaria de Lanzarote, otro que va para los 100 años

En algunos aspectos, Lanzarote está envejeciendo de una forma brillante. El primer Instituto de Secundaria Lanzarote, por ejemplo, es otra de las grandes instituciones insulares que va camino de los 100 años, cifra que alcanzó la Escuela de Arte Pancho Lasso en 2013. La Escuela de Pesca, otra de las grandes, está un poco más lejos de llegar a la centena.

Espinosa, profesor de Lengua Española y Literatura

Lanzarote recibía oficialmente al gran Agustín Espinosa un 28 de octubre 1928. En su calidad de comisario regio, aquel día impartió la lección inaugural del recién creado Instituto de Segunda Enseñanza Elemental de Arrecife. Dio comienzo así la larga y fructífera vida del primer centro en su género de la isla. Con el paso del tiempo, el centro acabaría por llevar el nombre del autor de Lancelot 28º-7º [Guía integral de una isla atlántica].

Antes de recalar en Arrecife, Espinosa había obtenido por oposición la cátedra de Lengua y Literatura Española, de la que toma posesión el día 1 de noviembre. Se convierte así en el primer director y profesor de Lengua Española y Literatura en el recién fundado instituto de Arrecife, donde coincide con Juan Millares Carló. Ambos se alojaban en el desaparecido Hotel Oriental, en la Calle Real, un inmueble sobre el que se incoado expediente para su declaración como Bien de Interés Cultural.

Las primeras clases, en las Cuatro Esquinas

Las primeras clases se imparten en una casa terrera situada en las Cuatro Esquinas, que más adelante acogería a la Escuela Arte y Oficios y, en época más reciente, los talleres y cocheras de Vías y Obras del Cabildo. Hoy es una lámina de agua que forma parte del Charco de San Ginés y en cuyo espacio central se encuentra el esqueleto de una ballena rorcual. En 1947, el instituto se traslada a su actual emplazamiento en la Calle Coronel Bens, se alza sobre el primer camposanto civil de la ciudad y se extiende sobre una superficie de casi 3.000 metros cuadrados.

Con casi 80 años a cuestas, el grado de conservación del inmueble es bueno: nada mejor que estar en uso para ofrecer un buen aspecto. Esta manzana, de forma rectangular, discurre en paralelo al litoral y, en su día, a principios del XIX, el que fuera segundo cementerio de la ciudad se encontraba en la periferia de la trama urbana, un espacio arbolado y acotado donde hoy habitan las garzas bueyeras. En el lado del naciente se edificó el centro educativo, que tiene tres fachadas: la principal da a la Calle Coronel Bens y las otras dos, laterales, a La Porra y Canalejas.

Un edificio de carácter ecléctico

El edificio, de carácter ecléctico, presenta una planta en ‘O’, con un gran patio central al que se asoma una galería perimetral en las dos plantas del edificio. Inusualmente y desde hace décadas, árboles de gran porte han ocupado el patio proporcionando sombra y refrescando el ambiente interior. Una rareza en el Arrecife de aquel tiempo y en el actual, tan poco dado a comprender la dimensión del árbol en las buenas prácticas urbanas desde la época romana.

En los años sesenta se amplió el centro que creció hacia el poniente, por allá de la cancha de deportes y patio de recreo. En abril de 2006 se instaló un busto en honor a Agustín Espinosa que se encuentra en el jardín exterior, junto a la puerta principal de acceso. Agustín Espinosa tiene una calle en Arrecife, en el barrio de San Francisco Javier, muy poco sin ningún género de dudas para el autor de un libro trascendental sobre Lanzarote y que fue concebido durante su breve estancia en la isla. En 1969, se inauguró un nuevo instituto, que lleva el nombre del físico Blas Cabrera Felipe.