El vecino de Haría acusado de tener y compartir pornografía infantil no entrará en prisión
El acusado ha reconocido los hechos pero no entrará en prisión, aunque tendrá que cumplir con unas medidas de libertad vigilada y no podrá permanecer en ningún lugar frecuentado por menores de edad.
Finalmente el acusado no entrará en prisión aunque tendrá que cunmplir con unas medidas de libertad vigilada y no podrá permanecer en ningún lugar frecuentado por menores de edad. Este lunes iba a tener lugar a las 9:20 de la mañana el juicio contra A.V.O.H., vecino del municipio de Haría, a quien se juzga por un delito de prostitución y corrupción de menores.
Este hombre, acusado de descargar y compartir vídeos de abuso sexual infantil ha reconocido hoy los hechos y ha aceptado una pena de dos años de prisión, una pena que finalmente no cumplirá. La Fiscalía pedía para él hasta 7 años de cárcel, 10 de inhabilitación para cualquier profesión u oficio que conlleve contacto con menores y la obligación de acudir durante 5 años a terapias de educación sexual para pedófilos, pero han llegado a un previo acuerdo, rebajando la pena a 2 años de prisión, alegando dilaciones indebidas y porque además no tenía atecedentes. Según trasladaron, la causa estuvo paralizada cerca de tres años.
Un acuerdo que ha sido ratificado este lunes. Después de que el presidente de Sección Sexta de la Audiencia Provincial le preguntara si reconocía los hechos, el acusado ha respondido "sí, estoy de acuerdo", aceptando también la pena que se le imponía. Además de a dos años de cárcel, se le ha impuesto la pena de inhabilitación especial durante cinco años para cualquier profesión que conlleve contacto con niños y se ha acordado que se le imponga la libertad vigilada, para que no pueda tener a su cargo a menores de edad o contacto con ellos durante cinco años.
En total, A.V.O.H., según relata el fiscal en el sumario 72/19 por el que se sigue la causa, acabó descargando 34 archivos ·explícitos de abuso sexual infantil que constituyen vídeos de contenido inequívoco pornográfico infantil, que han estado a disposición de un número indefinido de usuarios a través de la Red Edonkey”.
Tras su detención, la Guardia Civil encontró en su domicilio más de un millón de archivos de niños y niñas “sin ropa o en actitudes sexuales explícitas”. Los investigadores le consideran plenamente consciente de lo que estaba haciendo al descargar y compartir imágenes o vídeos de estas características y que le movía “su atracción sexual hacia los menores de edad”
