Arrecife congregó a 3.000 personas en una noche dedicada al rap, el hip hop y el funk
“¿Qué les parece el rap insular?”, preguntaba la rapera y filóloga Isis al público reunido el Islote de Fermina para ver a La Jaula del Canario, una plataforma de raperos y beatmakers de Lanzarote que son otra de las denominaciones de origen autóctonas de la que podemos sentirnos bien orgullosos.
Ella, la única mujer del colectivo, se atrevió con un tema a capella, exhibiendo letras que cuestionan la sociedad actual y una puesta en escena absolutamente poderosa. Junto a ella, lanzaron sus rimas y beats Rudo, Merino, Cabrera, Guuzshit, Elliot y Flecha Maldita.
El grito de guerra de Kolpez Blai, reunidos todos a una como un equipo de rugby, atrajo a los espectadores del concierto que tomaron posiciones en torno a los percusionistas euskaldunes que segundos después empezaron a girar como trompos, lanzar platillos, saltar, percutir sus baquetas sobre camiones y vallas, y marchar por las calles de la ciudad.
El directo más divertido de todo el festival
En el escenario del Charco de San Ginés, el dúo jerezano Space Surimi se subió para organizar un guateque electro futurista que sorprendió al público del festival, siempre dispuesto a descubrir nuevas bandas en cada ruta de conciertos.
El MC Eddie Coopermen y el productor Carlboro llevan demostrando desde 2012 que hacen un rap difícil de etiquetar y, sobre todo, muy alejado de los iconos asociados al género. Lo suyo son las letras antipostureo, asociadas a la vida de su barrio, a la realidad que les toca más de cerca. Puede que el suyo fuera el directo más divertido de todo el festival.
El pasacalle atravesó el Charco y llegó al puerto deportivo Marina Lanzarote, compacto y cada vez más enardecido, para ver el espectáculo Funk Experience, un show híbrido y brillante a cargo de tres “hermanos”: el productor y DJ R de Rumba, el multi instrumentista Carlos Porcel y el talkboxer Sholo Truth.
¡Pero si hace 15 minutos aquí no había nadie!
“¡Pero si hace 15 minutos aquí no había nadie!”, se sorprendía Rubén Cuevas, mítico productor y miembro de Violadores del Verso. “¡Qué guapo!”. El show fue un homenaje a la cultura afroamericana, que fluctuó entre el funk, el groove, el rap y el jazz. La respuesta del público: una coreografía fluida de cuerpos siguiendo las ondulantes melodías de los músicos, que se marcaron también una improvisación.
Kolpez Blai se despidió por todo lo alto en la rotonda de entrada al Muelle de Cruceros, que se llenó para recibir por primera vez en Lanzarote al sevillano Tote King, considerado el rapero en español más influyente de la historia del género.
El del viernes fue un concierto enmarcado en su gira King Tape, que lleva al directo su último álbum: 18 hits, la mitad temas inéditos y repletos de colaboraciones. Este álbum llega después del disco Lebron (candidato al Grammy latino) y el libro Búnker (Blackie Books, 2020), dos obras que suponen dos radiografías de las inquietudes que vertebran al artista sevillano.
Viernes 6 de octubre, tercera ruta de conciertos
Con algunos minutos de retraso respecto a la hora programada, Tote fue aclamado con una ovación en el Muelle de Cruceros. Las filas más próximas al escenario fueron ocupadas por seguidores del artista desde las diez de la noche.
Su concierto fue un lanzamiento constante de frases que prendían en el cerebro. Citas sobre las que pensar y ritmos para danzar. Sobre el escenario le acompañaron dj Nexxa, Enjoy Canoa y mc Demonio. El set de R de Rumba y el de dj CHK cerraron una noche en la que se notó una gran presencia de público juvenil en Marina Lanzarote.
Atravesado ya su ecuador, el festival Arrecife en Vivo se prepara para su penúltima ruta de conciertos: será el viernes 6 de octubre con un cartel encabezado por Alizzz y Grande Amore (a partir de las 22:30 en el Muelle de Cruceros), Los Estanques y Anni B Sweet (21:00, Marina Lanzarote), Baldosa (19:30, Charco), Ya No Te Quiero (18:00, Islote de Fermina) y el pasacalle de PsychoClown y Lekittoko Deabruak.
