Lanzarote echa de menos Aguas Chafariz ahora que los cortes de agua son cotidianos

Aguas Chafarí, antes de incprorar la 'z'. Foto JL Carrasco.
Aguas Chafarí, antes de incprorar la 'z'. Foto JL Carrasco.

Con la crisis hídrica, hasta se echa de menos tener al alcance unas cuantas garrafas de agua embotellada de procedencia local y a buen precio

Lanzarote echa de menos Aguas Chafariz ahora que los cortes de agua son cotidianos

La planta desaladora Lanzarote III ha quedado fuera de servicio, por lo que ya no está disponible para su uso. Pasó se producir una capacidad nominal de 10.000 metros cúbicos (m³) diarios hasta que detuvo sus motores el pasado mes de junio. Hace unos días, una avería en la planta desaladora Lanzarote IV redujo a la mitad de la capacidad de producción, dejando sin agua a una veintena de pueblos de la isla durante un par de días

Los cortes en el suministro de agua potable vuelven a ser cotidianos en Lanzarote, como antaño. La población vuelve a tomar consciencia de lo que significa la falta de agua, y, con ello, de la extraordinaria importancia de consumirla con moderación y disponer de aljibes en las viviendas. Hasta se echa de menos tener al alcance unas cuantas garrafas de agua embotellada de procedencia local y a buen precio.

Chafariz es un vago recuerdo

¿Es posible que, como consecuencia de esta crisis hídrica, recuperemos al menos una parte de nuestra ancestral inteligencia colectiva en la gestión del agua? Mientras se desvela el misterio, merece la pena recordar que, no hace tanto tiempo, nos dio por embotellar agua, lo cual no deja de ser ingenioso en una isla en la que apenas llueve… Se llamaba Chafariz y era agua desalada, pero acabó en fracaso. Entre 1996 y 2002, la empresa pública Insular de Aguas de Lanzarote, SA (Inalsa), produjo más de 12.000 m³ anuales de agua embotellada para consumo humano en formatos de medio litro, litro y medio y cinco litros.

Inalsa comenzó la producción de Aguas Chafariz en agosto de 1990 con el objetivo de servir de regulador del mercado insular del agua embotellada y forzar una bajada del precio de un bien de primera necesidad. Varias décadas más tarde, Chafariz es un vago recuerdo y el ciclo integral del agua ya no lo gestiona Inalsa, una empresa pública local, sino que lo explota la empresa madrileña Canal Gestión mediante una concesión.

Agua potable extraída del mar

Esta industria producía agua potable preparada que se extraía del mar y se desalaba en una planta situada en las instalaciones de Aguas Chafariz, ubicadas en el complejo desalador de Punta de los Vientos. Constaba de una nave de envasado de 450 metros cuadrados (m²), otra nave para la fabricación de botellas y almacén de 600 m², y ocho silos para el almacenado de los envases con una superficie de 262 m², así como un muelle de carga.

El agua destinada a la planta envasadora se producía por el proceso de compresión de vapor en la planta desaladora Inalsa II. El agua recibía un tratamiento para corregir el Ph y la salinidad, y se filtraba para eliminar la materia en suspensión que pudiera contener. Posteriormente, pasaba por unos filtros bacteriológicos para la supresión de microorganismos y, por último, era sometida a exposiciones de lámparas ultravioletas que garantizaban la ausencia total de bacterias.

De Chafarí a Chafariz

Aguas Chafariz era de buena calidad. Era exactamente igual que las otras existentes en los puntos de venta, a pesar de las bromas pesadas que tuvieron que soportar los promotores de la iniciativa. Al principio salió al mercado con el nombre comercial Chafarí, en singular, y más tarde, a sugerencia del Hijo Adoptivo Agustín Pallarés Padilla, se produjo una rectificación del término. El cambio de denominación se produjo en diciembre de 1994. En efecto, Chafariz, alude de forma correcta al manantial ubicado en el valle de Temisa (Haría), donde se localiza una fuente del mismo nombre.

Chafariz es un portuguesismo asentado que quiere decir naciente de agua. En Lanzarote hay dos topónimos con este nombre, ambos en el municipio de Haría. Uno es barranco del Chafarís, como variante de barranco de Temisa, y el otro es fuente el Chafarís, dentro del mismo barranco anterior, y al que da nombre por la importancia que tiene la existencia de una fuente en una isla tan desértica. Como tal término común se halla recogido en el Diccionario Diferencial del Español de Canarias, aunque escrito chafariz, asimismo como naciente de agua.

Y subió el precio del agua embotellada

En 2004, el Consejo de Administración de Inalsa acordó convocar un concurso público para el arrendamiento de la fábrica de Aguas Chafariz, ante las pérdidas económicas que producía. Al año siguiente, después de los tres concursos fallidos para la adjudicación de la marca, Inalsa abrió un proceso negociador con distintas empresas de la isla para evitar la desaparición de Aguas Chafariz. Los tres concursos quedaron desiertos, por lo que muy pronto concluyó la agonía de esta industria y acabó subiendo el precio del agua embotellada en la isla.

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