Las protectoras de animales, en alerta

La otra cara de Halloween: el riesgo de los gatos negros cada octubre

BiosferaDigital entrevista a Obelesa Hernández, SARA protectora, sobre la falta de espacios y recursos, gatos en riesgo de calle y, especialmente, del peligro que corren los gatos negros y blancos en estas fechas

La otra cara de Halloween: el riesgo de los gatos negros cada octubre

El mes de octubre, por excelencia, es sinónimo de películas de terror, noches más largas, frío, decoración siniestra, otoño y, por supuesto, Halloween. Lo terrorífico parece quedarse en la ficción, en esas películas que dominan las listas de las plataformas de streaming. Sin embargo, a veces la realidad supera la ficción.

El mes de octubre, por excelencia, es sinónimo de películas de terror, noches más largas, frio, decoración siniestra, otoño y, por supuesto, Halloween. Lo terrífico parece quedase en la ficción, en esas películas de miedo que dominan las listas de las plataformas de streaming.

Sin embargo, a veces la realidad supera la ficción.

Durante este mes, muchas protectoras de animales prohíben la adopción de gatos negros y blancos. ¿La razón? Evitar rituales de carácter violento y macabro en los que, lamentablemente, algunos de estos animales terminan siendo víctimas.  

Obelesa Hernández, trabajadora en SARA Protectora, explica que esta medida preventiva se aplica todos los años: “Hay mentalidades de todo tipo, y queremos evitar esos sacrificios del 31 de octubre al 1 de noviembre. Por eso, desde hace cinco años cerramos las adopciones de gatos, sobre todo negros y blancos, salvo en casos muy excepcionales. Si alguien quiere realmente al animal, podrá esperar”

La protectora, además, enfrenta una situación complicada por la falta de recursos y espacio. Hernández comenta que el aumento de las temperaturas y la masificación de colonias callejeras han incrementado las llegadas de gatitos:

“Hay una problemática enorme. Con el calor, las colonias no paran de crecer dado el despertar del celo. Recibimos muchos gatos y gatitos y hacemos lo que podemos con los recursos y las casas de acogida disponibles”, explica.

Son las instituciones las encargadas de asumir la responsabilidad en el control de las colonias felinas de la isla: “las administraciones deberían encargarse de tenerlos controlados, alimentados e impulsar campañas de castración. Yo misma tengo el curso de alimentadora y colaboro en la alimentación de colonias que conozco”, añade.

Obelesa Hernández recuerda la importancia de la castración, un asunto sensible en Lanzarote. Ya que así, se evita más gatitos en riesgo de calle con falta de alimentos y muertes en carreteras.

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